“Es importante decir que nosotros vamos a acatar lo que determine el pueblo boliviano en el próximo referéndum”, afirmó Arce, y advirtió que mantener la actual política de subsidios podría ser más costoso que implementar un levantamiento gradual y estratégico de esta subvención.
El presidente Luis Arce reafirmó el compromiso de su gobierno en resolver los problemas estructurales en el sector de hidrocarburos mediante la intensificación de las labores de exploración y el desarrollo de la industria del biodiésel. Durante el acto de celebración del aniversario de los trabajadores petroleros en Santa Cruz, Arce destacó que estas medidas son parte de una política de Estado destinada a recuperar la estabilidad económica del país en los próximos años.
Arce explicó que la combinación de la exploración de nuevos yacimientos y la producción de biocombustibles, que son más amigables con el medio ambiente, es la solución estructural que permitirá al país alcanzar nuevamente la estabilidad y tranquilidad en el sector energético. “Eso ya está en marcha, encaminado y es la solución estratégica estructural a nuestro problema”, afirmó.
En la actualidad, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) está ejecutando más de 23 proyectos exploratorios en diversas regiones del país, con una inversión presupuestada de $us 363,72 millones. Uno de los logros más destacados de esta política es el descubrimiento del pozo Mayaya X1, que cuenta con 1,7 TCF de gas.
Además, el presidente destacó la construcción de plantas de biodiésel, como la que ya está operativa en Santa Cruz, otra en construcción en El Alto y la planta de HVO (aceite vegetal hidrogenado). Estas instalaciones son parte de la estrategia del gobierno para diversificar la producción energética y reducir la dependencia de los combustibles fósiles.
Hasta que esta estrategia se consolide, Arce subrayó la importancia de optimizar la producción de los pozos petroleros existentes, así como incentivar la inversión en la producción de líquidos y gas para fortalecer la capacidad exportadora e industrial del país.
En cuanto a la subvención a los hidrocarburos, el presidente anunció que se consultará al pueblo boliviano en un referéndum previsto para fin de año. La consulta abordará dos preguntas sobre el futuro de la subvención al diésel y la gasolina, que actualmente representa un costo de $us 4.000 millones, según datos del ministro de Justicia, Iván Lima.
“Es importante decir que nosotros vamos a acatar lo que determine el pueblo boliviano en el próximo referéndum”, afirmó Arce, y advirtió que mantener la actual política de subsidios podría ser más costoso que implementar un levantamiento gradual y estratégico de esta subvención.