Maduro denunció este martes la escalada de acciones de Estados Unidos, reafirmando la defensa de la soberanía venezolana y el compromiso del pueblo con la paz y la autodeterminación nacional.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, advirtió este martes que su país se encuentra bajo una “guerra multiforme” dirigida por Estados Unidos, que según el mandatario viola de manera sistemática el derecho internacional y los principios de la Carta de Naciones Unidas. En un mensaje a la nación durante la instalación del Consejo Nacional por la Soberanía y la Paz, Maduro afirmó que las amenazas recientes han despertado un fuerte sentimiento patriótico en la población.

“Venezuela está siendo sometida a una amenaza criminal e inmoral, pero este contexto ha fortalecido el amor de nuestra gente por la patria, la soberanía y la paz”, señaló Maduro, subrayando que la mayoría de los venezolanos rechaza las acciones guerreristas de Washington. El mandatario enfatizó que la estrategia del país frente a estas agresiones consiste en contener, neutralizar y derrotar plenamente la amenaza, asegurando que la paz solo se logrará mediante la unidad de todos los sectores del país.

El presidente venezolano calificó las acciones estadounidenses como un intento de apropiación de los recursos naturales del país y un plan para imponer un gobierno títere. Según Maduro, estas maniobras buscan no solo un cambio de régimen, sino también debilitar la independencia política y económica de Venezuela.

En los últimos días, la tensión ha escalado con la difusión de videos de supuestos ataques estadounidenses contra embarcaciones vinculadas a narcoterrorismo, aunque Washington no ha proporcionado pruebas ni detalles sobre las víctimas. Además, una embarcación pesquera venezolana fue interceptada en la Zona Económica Exclusiva del país durante varias horas, provocando el rechazo de Caracas, que calificó el hecho como un “asalto ilegal”.

El presidente estadounidense Donald Trump fue consultado sobre la posibilidad de atacar territorio venezolano bajo el argumento de la lucha antinarcóticos, respondiendo con ambigüedad: “Vamos a ver qué pasa”. A esto se suma un despliegue militar estadounidense en el Caribe sur anunciado en agosto pasado, oficialmente para combatir cárteles de droga, y la duplicación de la recompensa ofrecida por la fiscal general de EE.UU., Pamela Bondi, por información que conduzca al arresto de Maduro, bajo acusaciones infundadas de liderar un “cártel de narcotráfico”.

Para contrarrestar la presión, Maduro ha llamado al alistamiento voluntario en la Milicia Bolivariana, asegurando que la defensa de la soberanía requiere la unión de todos los venezolanos. El mandatario también reiteró que está dispuesto al diálogo con Estados Unidos, siempre que se respete la autodeterminación del país y se evite la “diplomacia de cañoneras”.

La tensión se intensificó cuando el Pentágono denunció que aviones militares venezolanos sobrevolaron cerca de un buque estadounidense en aguas internacionales, calificando la acción de “provocadora”. En respuesta, Trump amenazó con derribar cualquier aeronave que pusiera en peligro a EE.UU. Frente a esto, Maduro advirtió que Venezuela responderá con fuerza ante cualquier agresión, y exigió que Washington abandone sus planes de cambio de régimen en toda América Latina y el Caribe.

Analistas destacan que esta escalada refleja un escenario complejo, donde maniobras militares, amenazas directas y acusaciones cruzadas aumentan la tensión en la región. Por su parte, Maduro mantiene firme su llamado a la unidad nacional y al compromiso ciudadano con la defensa de la soberanía, la paz y la autodeterminación, recordando que cualquier intento de intervención externa será enfrentado con determinación y resiliencia.