A pocos días de las elecciones, el viceministro Gustavo Torrico cuestiona el regreso de exautoridades autoexiliadas, calificándolo como una estrategia que aparenta renovación pero fortalece a sectores opositores tradicionales.
En la recta final hacia las Elecciones Generales del próximo 17 de agosto, el escenario político boliviano ha sumado protagonistas inesperados: exautoridades que, tras años de autoexilio, han decidido volver al país. Sin embargo, para el viceministro de Coordinación y Gestión Gubernamental, Gustavo Torrico, este movimiento no es inocente. Según él, se trata de una maniobra que, bajo el pretexto de un supuesto cambio, favorece directamente a la derecha política.
El regreso más mediático es el de José Luis Paredes, exalcalde de El Alto y exprefecto de La Paz, quien retornó tras 16 años fuera de Bolivia. Otro anuncio que generó repercusión fue el del exgobernador de Tarija, Mario Cossío, quien hizo saber, a través de allegados, su intención de regresar por motivos familiares, tras el fallecimiento de su madre.
A este grupo se suma Leopoldo Fernández, exprefecto de Pando, quien no solo reapareció, sino que participó activamente en una concentración de la alianza liderada por Jorge “Tuto” Quiroga.
Para Torrico, este cuadro revela más que simples retornos personales. “En algunos casos puede haber razones legítimas, pero en otros está claro que se trata de una estrategia política. Es como un mensaje implícito que dice: ‘Vamos a manejar la justicia a nuestro antojo’”, afirmó, subrayando que no ha dado seguimiento judicial específico a todos estos casos, pero sí a la lectura política que generan.
El viceministro también aprovechó para cuestionar la edad promedio de varios candidatos en las listas opositoras, ironizando que “no hay renovación real”. “Todos de más de 70 años. Yo soy viejo, pero no soy vieje metiche. Ellos son viejos metiches. Parece que en Bolivia no hubiera gente joven para asumir responsabilidades políticas”, lanzó con tono crítico.
Particularmente duro fue con la eventual vuelta de Cossío, al insinuar que algunos sectores opositores buscan recuperar a figuras que, según él, ya tienen experiencia en prácticas irregulares. “Nos están diciendo: ‘Vamos a traer a los viejos que saben robar bien. Los nuevos no sirven, los viejos ya tienen oficio’”, expresó, remarcando el carácter irónico de su declaración.
El retorno de estas figuras ocurre en un momento clave de la campaña electoral, en el que las alianzas y los mensajes simbólicos juegan un papel determinante en la percepción ciudadana. Para el oficialismo, la presencia de estas viejas caras opositoras refuerza su narrativa de que la derecha carece de renovación y apuesta por líderes que ya protagonizaron etapas pasadas de la política nacional.
