La Planta de Amoniaco y Urea “Marcelo Quiroga Santa Cruz”, operada por Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), logró una producción acumulada de 525.574 toneladas métricas (TM) de urea granulada en 2024, un incremento del 51,35% en comparación con 2023, según informó Armin Dorgathen Tapia, presidente de YPFB.
“Este nuevo récord histórico de producción anual, registrado desde el inicio de operaciones del complejo petroquímico, representa un notable logro en la gestión de nuestro presidente Lucho. Esta cantidad supera en 51% a la producción acumulada alcanzada en 2023, que fue de 347.260 TM”, destacó Dorgathen Tapia.
Junio se consolidó como el mes de mayor producción, con 57.883 TM de fertilizante generadas por el complejo petroquímico.
Estrategia y mantenimiento para la continuidad operativa
El presidente de YPFB atribuyó este logro a la planificación estratégica y al arduo trabajo realizado para garantizar la confiabilidad y disponibilidad de la planta. Además, anunció una estrategia de operación y mantenimiento planificada para el periodo 2025-2026, con el objetivo de optimizar las condiciones operativas actuales y garantizar la continuidad del complejo petroquímico.
La planta, que enfrentó una paralización durante los años 2020 y 2021, fue sometida a un riguroso proceso de inspección, evaluación y puesta en marcha desde septiembre de 2021. Desde entonces, ha mantenido una producción estable gracias a un plan estratégico que restableció las condiciones operativas de los equipos y sistemas afectados.
Impacto en el mercado local y exportaciones
Con la planta operando a plena capacidad, Bolivia ha reducido casi por completo la necesidad de importar urea, cubriendo el 99.99% del mercado interno con producción nacional. Santa Cruz es el principal consumidor del fertilizante, seguido por Cochabamba, La Paz y Tarija.
Además de satisfacer la demanda interna, el complejo petroquímico genera ingresos significativos mediante la exportación del excedente a mercados vecinos como Brasil y Argentina. Esto no solo contribuye a la seguridad alimentaria del país, sino también fortalece la economía nacional mediante la generación de divisas.
Proyecciones y retos futuros
El éxito alcanzado en 2024 refuerza la importancia del complejo ubicado en Bulo Bulo, Cochabamba, como un pilar estratégico para el desarrollo agroindustrial de Bolivia. Con un sólido stock disponible y contratos firmes con entidades clave, YPFB busca mantener y superar los récords actuales, consolidándose como un actor fundamental en la producción y distribución de urea en el mercado nacional e internacional.