La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, ordenó este miércoles la ruptura del tratado de extradición con Estados Unidos, calificando como «intolerable» los intentos de intervencionismo por parte del país norteamericano. La decisión se produce tras declaraciones de la embajadora estadounidense en Honduras, Laura Dogu, quien criticó las relaciones del gobierno hondureño con el régimen venezolano de Nicolás Maduro.

La mandataria denunció que estas acciones “agreden, desconocen y violan impunemente los principios y prácticas del derecho internacional, que promueven el respeto a la soberanía y autodeterminación de los pueblos, la no intervención y la paz universal.”

“La injerencia y el intervencionismo de los Estados Unidos, así como su intención de dirigir la política de Honduras a través de su Embajada y otros representantes, es intolerable,” expresó Castro a través de la red social X.

La mandataria denunció que estas acciones “agreden, desconocen y violan impunemente los principios y prácticas del derecho internacional, que promueven el respeto a la soberanía y autodeterminación de los pueblos, la no intervención y la paz universal.”

En consecuencia, Castro anunció que ha instruido al canciller Enrique Reina a proceder con la denuncia del tratado de extradición entre Honduras y Estados Unidos. Esta medida se enmarca en una creciente tensión diplomática entre ambos países, exacerbada por las declaraciones de la embajadora Dogu, quien afirmó que Venezuela mantiene supuestos vínculos con el narcotráfico, y acusó sin pruebas al ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino López, de ser un presunto narcotraficante. Dogu también expresó su «preocupación» por las estrechas relaciones entre Honduras y Venezuela.

La reacción de Castro no se hizo esperar. En su mensaje, la presidenta subrayó la importancia de respetar la soberanía y la autodeterminación de las naciones, reafirmando que Honduras no tolerará ninguna forma de intervención externa en su política interna.

El secretario de Estado en el Despacho de Defensa Nacional, José Manuel Zelaya Rosales, también rechazó las acusaciones de Dogu, defendiendo la postura del gobierno hondureño y su respeto por el derecho internacional. Zelaya, quien fue derrocado en un golpe blando en 2009, añadió con ironía que “Honduras, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y las Fuerzas Armadas de Honduras (FFAAHN) somos respetuosos del Derecho Internacional y no podemos juzgar a EE.UU. ni a Venezuela.” Además, criticó la supuesta tolerancia de EE.UU. hacia narcotraficantes que operan dentro de su propio territorio.

Este conflicto marca un punto de inflexión en las relaciones entre Honduras y Estados Unidos, con posibles repercusiones en la cooperación bilateral y la política regional.