Acciones policiales en tres departamentos, amenazas contra fiscales y el relevo en Beni marcan la lucha contra el crimen organizado, mientras el acusado “Coco” Vásquez rechaza los cargos desde la clandestinidad.
La lucha del Estado boliviano contra el narcotráfico y el crimen organizado entró en una nueva fase marcada por intensos operativos, el relevo de autoridades judiciales y la aparición pública del principal acusado. Yasser Andrés “Coco” Vásquez Cardona, señalado de liderar una red de narcotráfico y sicariato, reapareció a través de un video en el que niega las acusaciones y se declara víctima de persecución.
Operativos simultáneos y resistencia armada
El Ministerio de Gobierno y la Policía ejecutaron una serie de intervenciones en los departamentos de Beni, Santa Cruz y Cochabamba (Chapare). La acción más reciente, en Santa Ana del Yacuma, derivó en una emboscada contra uniformados, donde resultó herido el sargento primero Jhonny González Montaño, de 37 años, quien fue trasladado de urgencia a un hospital en Trinidad. Su estado de salud se mantiene estable.
El viceministro de Régimen Interior y Policía, Jhonny Aguilera, explicó que los operativos responden a un plan nacional de seguridad contra la criminalidad transnacional. “Estamos enfrentando a estructuras que no dudan en usar armas de guerra para defender sus intereses. Esto demuestra que avanzamos en la dirección correcta”, sostuvo.
Las cifras respaldan la magnitud de los operativos: en lo que va del año, solo en Beni se incautaron más de cuatro toneladas de droga y 15 aeronaves ligadas a actividades ilícitas. Además, las fuerzas del orden allanaron 12 viviendas e incautaron vehículos, armas y equipos de comunicación. Aun así, “Coco” Vásquez continúa prófugo.
Un fiscal reemplazado en medio de amenazas
La situación en Beni se volvió más compleja tras las amenazas recibidas por el fiscal departamental Gerardo Balderas, quien fue señalado como blanco de sicarios presuntamente enviados por Vásquez. Ante este escenario, el fiscal general del Estado, Róger Mariaca, posesionó a Alexander Mendoza como nuevo fiscal departamental.
En el acto oficial, Mariaca reconoció la labor de Balderas y subrayó que la Fiscalía debe actuar con ética y cercanía hacia la ciudadanía. “Nuestra institución tiene que ser un espacio de confianza y sensibilidad. Los fiscales deben estar al lado del pueblo”, manifestó.
Mendoza, en tanto, aseguró que continuará las investigaciones sin retroceder ante las amenazas. “Asumo esta responsabilidad con humildad y compromiso. Seguiremos con la tarea de mi antecesor, trabajando con lealtad hacia la justicia y hacia el pueblo”, expresó.
Para garantizar la seguridad, Balderas y su familia recibieron protección especial. Asimismo, se reforzó la vigilancia de otros fiscales involucrados en procesos de alto riesgo.
La versión de “Coco” Vásquez
Cuando la presión policial alcanzaba su punto más alto, el propio Yasser Andrés “Coco” Vásquez reapareció mediante un video difundido en medios locales. En la grabación, negó cualquier vínculo con asesinatos o amenazas contra el fiscal Balderas y calificó de “show” las investigaciones en su contra.
“Nunca mandaría a asesinar a un fiscal ni a nadie. Lo que están haciendo conmigo es un montaje. No hay pruebas reales, solo rumores e indicios”, declaró.
El acusado insistió en que no se entregará porque teme por su vida. “Me han dicho que si llego a la cárcel no saldré vivo. ¿Cómo confiar en la justicia boliviana cuando lo único que hacen es acusarme sin pruebas?”, cuestionó.
Vásquez aseguró que los señalamientos en su contra comenzaron hace dos años, cuando se intervino la vivienda de su madre. Desde entonces, dijo, se le atribuyen delitos de narcotráfico, legitimación de ganancias ilícitas y uso de armas, aunque —según él— jamás se presentaron evidencias concretas.
“Dicen que soy responsable de 13 sicariatos, pero hasta ahora no han mostrado una sola prueba. Si las tienen, que las hagan públicas”, enfatizó.
En su mensaje, también se mostró desafiante: “Quiero que hagan justicia de verdad, no con mentiras ni con montajes. Le juro por la memoria de mi madre que nunca mandaría a matar a nadie”.
Escenario de tensión e incertidumbre
La combinación de acciones policiales, cambios en la Fiscalía y declaraciones públicas del acusado ha generado un clima de tensión en Beni y otras regiones. Mientras las autoridades aseguran que las operaciones no se detendrán hasta desmantelar por completo la red criminal, “Coco” busca instalar en la opinión pública la idea de que es víctima de un proceso injusto.
El viceministro Aguilera reiteró que el objetivo es acabar con los nexos delictivos que amenazan la seguridad nacional. “Estamos enfrentando a una estructura peligrosa, pero Bolivia no dará un paso atrás en esta lucha”, afirmó.
En paralelo, los habitantes de comunidades afectadas por la violencia esperan que la acción estatal se traduzca en mayor tranquilidad y que el relevo en la Fiscalía garantice continuidad en las investigaciones.





