Tras recibir un golpe en la cabeza durante protesta pacífica en Lima, Luis Reyes lucha entre la vida y la muerte, mientras familiares exigen justicia y atención médica urgente.
Luis Reyes Rodríguez, un joven peruano de 28 años, se encuentra en estado crítico en el Hospital Loayza luego de resultar gravemente herido durante la marcha pacífica del 15 de octubre en Lima. La manifestación reclamaba la renuncia del presidente interino José Jerí y denunciaba la corrupción del Congreso, cuando Reyes recibió un fuerte golpe en la cabeza, presuntamente por la acción de agentes policiales.
Los médicos informaron que el traumatismo que sufrió es severo y que parte de su cerebro quedó irreparable. Por ello, fue inducido a un coma para proteger su vida mientras se evalúa la necesidad de una cirugía de urgencia. Su tía, Herli Rodríguez, comentó que los especialistas le explicaron la gravedad de la situación: “Está en coma para estabilizarlo antes de la operación. Todo depende de cómo responda ahora”, dijo con voz quebrada.
Desde la noche del incidente, la familia lamenta la falta de apoyo de las autoridades del Gobierno y del Ministerio del Interior, quienes no se han comunicado ni han ofrecido información sobre el caso. Amigos y familiares permanecen cerca del hospital, organizando vigilias para acompañar al joven y expresar su solidaridad en medio de la incertidumbre que los mantiene despiertos hasta altas horas de la noche.
Su madre expresó su dolor y frustración: “Mi hijo solo estaba protestando pacíficamente y ahora lucha por su vida. Necesitamos saber quién lo atacó y por qué. No puede quedar en la impunidad”. La atención del Hospital Loayza es supervisada por la Defensoría del Pueblo, que ha solicitado garantías para que la asistencia médica y los medicamentos sean gratuitos. La Fiscalía, por su parte, mantiene abierta la investigación sobre lo ocurrido.
El caso de Luis se suma al asesinato del joven músico Eduardo Ruiz Sáenz, quien falleció por disparos durante la misma protesta, confirmando un patrón de violencia en el contexto de movilizaciones ciudadanas. La represión ocurre bajo el Gobierno de José Jerí, de 38 años, que asumió interinamente tras presidir el Congreso y cuya administración ha sido vinculada a políticas de mano dura frente a manifestantes.
