Un total de 962 bomberos forestales están desplegados para combatir el fuego. De estos, 449 son parte de las Fuerzas Armadas, 51 pertenecen a la Gobernación, 302 son efectivos de la Policía Boliviana y 35 del Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap). Además, se cuenta con la colaboración internacional de 63 bomberos brasileños, 58 de Venezuela y 4 de Chile.

En 39 comunidades de 17 municipios de los departamentos de Santa Cruz y Beni, persisten los incendios forestales, informó el comandante de Bomberos, Adrián Cañaviri. Las llamas afectan extensas áreas en estas regiones, mientras se llevan a cabo operativos de sofocación coordinados por diversas instituciones nacionales e internacionales.
«Tenemos fuego activo en dos departamentos y estamos trabajando en 17 municipios y 39 comunidades», declaró Cañaviri desde el Centro Nacional de Monitoreo de Incendios. En Santa Cruz, los municipios afectados son Concepción, Urubichá, Ascensión de Guarayos, San Ignacio de Velasco, San José, San Matías, San Rafael, San Miguel, Puerto Quijarro, Roboré y San Antonio de Lomerio. En Beni, los incendios han alcanzado las zonas de Baures, Exaltación, Riberalta, San Andrés, Magdalena y Guayaramerín.
Un total de 962 bomberos forestales están desplegados para combatir el fuego. De estos, 449 son parte de las Fuerzas Armadas, 51 pertenecen a la Gobernación, 302 son efectivos de la Policía Boliviana y 35 del Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap). Además, se cuenta con la colaboración internacional de 63 bomberos brasileños, 58 de Venezuela y 4 de Chile.
Las operaciones de control y mitigación se realizan tanto por aire como por tierra. Para reforzar estos esfuerzos, se espera la incorporación de un avión “hidratante” proveniente de Canadá y 200 nuevas “Cajas Guardián”, dispositivos que ayudan a combatir incendios.
Los incendios forestales en Bolivia han afectado miles de hectáreas en las últimas semanas, poniendo en riesgo la biodiversidad y comunidades locales. Las autoridades siguen monitoreando la situación para prevenir una mayor expansión del fuego, mientras continúan los operativos para controlarlo.