El ministro de Defensa, Edmundo Novillo, informó este martes que los actos conmemorativos por el Día del Mar, que se celebra cada 23 de marzo, iniciarán el jueves 21 con el traslado de la urna con los restos del héroe de Calama, Eduardo Abaroa.
“Los actos cívicos en homenaje al Día del Mar, recordando el 145 aniversario de la heroica resistencia, van a iniciarse el día jueves 21 de marzo con el traslado de urnas y el desfile militar”, informó el titular de Defensa en conferencia de prensa.
Esta actividad iniciará a las 16h00 con una misa en la Iglesia de San Francisco, después se hará un recorrido por la avenida 16 de Julio, hasta la Plaza del Estudiante y la avenida 20 de Octubre, Landaeta hasta llegar a la plaza Abaroa, ubicada en la zona de Sopocachi.
“Se contará con la presencia del presidente Luis Arce y del vicepresidente David Choquehuanca (…). Se realizará el desfile militar, este es el inicio de los actos cívicos en homenaje al Día del Mar en sus 145 aniversario, los actos principales se realizarán el viernes 22 de marzo”, remarcó Novillo.
Detalló que el acto central iniciará el viernes a las 08h00 con las ofrendas florales.
Recordó que estos actos fueron adelantados oficialmente por que el 23 de marzo se realizará el Censo de Población y Vivienda.
“Es un día en el que queremos reafirmar nuestro compromiso patriótico, cívico con la defensa, con la reivindicación inclaudicable de nuestro Litoral boliviano”, enfatizó.
Datos
En Bolivia, cada 23 de marzo se recuerda el Día del Mar en homenaje a la hazaña histórica de Eduardo Abaroa en la defensa de Calama, tras la invasión chilena al departamento del Litoral.
El patriota boliviano se enlistó como voluntario en la brigada heroica organizada por Ladislao Cabrera. Se lo recuerda por su valentía y su célebre frase que trascendió las fronteras “¡Que se rinda su abuela… Carajo!”.
El coronel chileno V. Villagrán (1880) señaló, en una de las primeras biografías del héroe, que Abaroa “no investía carácter militar, pero era boliviano y sobre todo un buen patriota”.
Abaroa murió a los 41 años, su cadáver fue recogido por las tropas enemigas y se lo sepultó silenciosamente en el cementerio del pueblo de Calama.
Fue hasta 1952 que los restos fueron trasladados a Bolivia y ahora están guardados en un cofre en la cripta del Museo San Francisco, recinto ubicado en el subsuelo de la Iglesia del mismo nombre, en la ciudad de La Paz.