La Policía Boliviana arrestó a Weberton Santana da Silva en un operativo en Beni. El ciudadano brasileño enfrenta cinco órdenes de prisión y estaba en la lista roja de Interpol.
La Policía Boliviana logró en las últimas horas un nuevo golpe contra el crimen transnacional al detener en la ciudad amazónica de Riberalta, en el departamento de Beni, al ciudadano brasileño Weberton Santana da Silva. El individuo era buscado internacionalmente por Interpol y tenía en su contra cinco mandamientos de prisión en Brasil.
El operativo fue desplegado por la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) en el barrio Bioceánica. Durante el allanamiento, los agentes secuestraron celulares, chalecos de uso militar, prendas de vestir, un cargador de arma de fuego y sustancias controladas. Los objetos incautados están siendo sometidos a pericias con el fin de establecer posibles vínculos con redes delictivas que operan en la región fronteriza.
El Ministerio de Gobierno informó que la captura fue posible gracias a la cooperación entre las fuerzas del orden bolivianas y las autoridades brasileñas, en el marco de convenios binacionales de lucha contra el narcotráfico y la criminalidad organizada. “Ningún prófugo de la justicia puede sentirse protegido en Bolivia. Reafirmamos nuestra política de combatir con firmeza a las mafias internacionales”, señala el comunicado oficial.
La detención de Santana da Silva ocurre tras la reciente revelación de la presencia en Bolivia de Sérgio Luiz de Freitas, alias “Mijao”, identificado como uno de los principales líderes del Primer Comando de la Capital (PCC). De acuerdo con reportes de la prensa brasileña, “Mijao” habría residido en Bolivia durante más de una década sin ser identificado por las autoridades.
El fiscal general del Estado, Roger Mariaca, indicó que Santana da Silva será puesto a disposición de la justicia boliviana mientras se gestionan los trámites para su extradición al Brasil. Al mismo tiempo, anunció que se mantendrán los operativos en distintos puntos del país, principalmente en Santa Cruz, Cochabamba y Beni, regiones donde se sospecha de la presencia de estructuras vinculadas a organizaciones extranjeras.
