La posibilidad de usar terrenos en Anzaldo como alternativa fue descartada por su alcalde Emiliano Pérez, pese al interés mostrado por algunos comunarios de Pucara Baja.

El cierre definitivo del botadero de K’ara K’ara, ordenado por el Juzgado Agroambiental, ha desencadenado una crisis en el manejo de residuos sólidos en Cochabamba, pese a las garantías dadas por las autoridades municipales.

Vecinos de diferentes zonas reportaron que la Empresa Municipal de Servicios de Aseo (EMSA) no cumplió con la recolección habitual de basura este lunes, dejando contenedores desbordados en puntos verdes y calles de la ciudad.

Esta situación contradice las declaraciones del alcalde Manfred Reyes Villa, quien aseguró que el servicio continuaría con normalidad.

El municipio anunció que los residuos serían trasladados temporalmente a celdas habilitadas por el Consorcio Complejo Industrial Verde, aunque no precisó su ubicación exacta.

Mientras tanto, la posibilidad de usar terrenos en Anzaldo como alternativa fue descartada por su alcalde Emiliano Pérez, pese al interés mostrado por algunos comunarios de Pucara Baja.

Los habitantes de Pucara Baja habían visto en este proyecto una oportunidad para, mejorar el deteriorado acceso vial a sus comunidades, generar empleos locales con la planta de tratamiento.

Sin embargo, la decisión del gobierno municipal de Anzaldo prevaleció sobre los intereses de algunos comunarios afines al partido político del Alcalde de Cochabamba.

Incertidumbre jurídica

Las autoridades aguardan un nuevo fallo sobre la posibilidad de ampliar el plazo para el cierre técnico de K’ara K’ara.

Juan José Ayaviri, director de Comunicación, pidió calma a la población, aunque muchos ciudadanos ya enfrentan las consecuencias de la medida.

El cierre de K’ara K’ara, operativo desde la medianoche del lunes, deja a Cochabamba sin solución permanente para su problema de basura, reviviendo fantasmas de crisis anteriores cuando las calles se convirtieron en vertederos improvisados.