El mandatario boliviano ratificó que no habrá prórroga de mandatos y pidió rechazar una propuesta legislativa que intenta suspender vocales del TSE y alterar el calendario electoral.
El presidente Luis Arce Catacora volvió a dejar en claro que el 8 de noviembre entregará el mando al ganador de la segunda vuelta electoral, prevista para el 19 de octubre. Su declaración apunta directamente contra el proyecto de ley presentado por el senador Pedro Benjamín Vargas, que plantea suspender a los vocales del Tribunal Supremo Electoral (TSE) y prorrogar los mandatos de las actuales autoridades.
A través de un pronunciamiento publicado en sus redes sociales, Arce negó cualquier relación de su Gobierno con esa iniciativa y remarcó que “ninguna propuesta que busque alterar el orden constitucional contará con nuestro aval”. El mandatario enfatizó que el respeto a la Constitución y a la voluntad popular es un principio que no se negocia.
El proyecto de Vargas se encuentra en revisión en la Comisión de Constitución del Senado. La iniciativa acusa a los vocales del TSE de incumplir el artículo 182 de la Carta Magna por organizar de manera parcial las elecciones judiciales programadas para diciembre de 2024. Según el legislador, esa situación justificaría suspender a las autoridades electorales y habilitar la prórroga de mandatos, lo que afectaría tanto al Ejecutivo como al Legislativo.
Arce advirtió que una medida de ese tipo pondría en riesgo la estabilidad democrática del país. “La ciudadanía necesita certidumbre sobre la segunda vuelta y no especulaciones que solo generan incertidumbre”, sostuvo, instando a los asambleístas a rechazar el proyecto en caso de llegar a debate.
El senador Vargas admitió públicamente que su propuesta podría derivar en el aplazamiento de los comicios del 19 de octubre y en la extensión temporal de los mandatos en curso. Este punto generó preocupación en diferentes sectores sociales, ya que reabriría un debate sensible sobre la legitimidad de las autoridades.
En paralelo, el Gobierno aprobó un decreto supremo que garantiza los recursos necesarios para la organización del balotaje. El presidente destacó que esta medida es una prueba del compromiso del Ejecutivo con la transparencia del proceso y con una transición ordenada tras los comicios.
Arce insistió en que el 8 de noviembre dejará la Presidencia y la entregará al candidato que la población elija en las urnas. “No hay posibilidad de extender mandatos. La democracia y la voluntad popular son sagradas y se respetarán”, afirmó de manera categórica.
