Caracas eleva su reclamo ante la ONU denunciando maniobras militares de Washington en el Caribe. Exige respeto a tratados internacionales y defensa del continente como zona de paz y seguridad.
La Misión Permanente de Venezuela ante las Naciones Unidas expresó su rechazo categórico a las últimas operaciones militares de Estados Unidos en el Caribe, al denunciar la presencia de nuevos buques de guerra y, en particular, de un submarino nuclear.
Según la comunicación diplomática, Washington incorporó a sus movimientos el crucero lanzamisiles USS Lake Erie y el submarino USS Newport News, lo que Caracas considera una escalada de amenazas injustificadas contra la región. La misión remarcó que estas acciones atentan contra la estabilidad y siembran inquietud en los pueblos caribeños y latinoamericanos.
“Resulta inadmisible que se intente convertir al Caribe en un escenario de intimidación”, señala el documento, que advierte que la introducción de un submarino nuclear sin transparencia alguna sobre su carga bélica viola de manera flagrante el Tratado de Tlatelolco. Dicho acuerdo, suscrito también por Estados Unidos, establece a América Latina y el Caribe como una zona libre de armas nucleares.
Frente a esta situación, Venezuela exigió de manera inmediata el cese del despliegue militar estadounidense, así como garantías claras y verificables de que no se utilizarán ni amenazarán armas nucleares en la región. Caracas sostuvo que, de lo contrario, se pone en riesgo la vigencia de compromisos internacionales que durante décadas garantizaron la paz en el continente.
El comunicado también insta al Organismo para la Proscripción de las Armas Nucleares en América Latina y el Caribe (OPANAL) a convocar de urgencia una ronda de consultas. El objetivo es evaluar las consecuencias de lo que se describe como un “acto de intimidación” que contradice tanto la letra como el espíritu de la desnuclearización regional.
Además, Venezuela llamó a todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas a respaldar el respeto irrestricto del carácter desnuclearizado de América Latina y el Caribe. En esa línea, exhortó a los gobiernos a defender la Proclama de la CELAC, que define al continente como una “Zona de Paz”.
“La seguridad de nuestros pueblos no puede depender de la amenaza de armamento nuclear”, subraya el texto, que responsabiliza a Estados Unidos de vulnerar normas de convivencia pacífica y generar un clima de desconfianza en la región.
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