El jugador de Bolívar relata su experiencia tras la sanción antidopaje, agradece el acompañamiento recibido y se prepara con ilusión para regresar a los entrenamientos y competencias oficiales.
Ramiro Vaca apareció ante los medios con una mezcla de serenidad y emoción, compartiendo por primera vez cómo vivió las semanas posteriores a su sanción por un resultado positivo en un control antidopaje. El mediocampista de Bolívar describió el proceso como uno de los momentos más complejos de su vida y carrera, pero también como una oportunidad de aprendizaje.
Con claridad y sinceridad, explicó que la sustancia detectada provino de un suplemento contaminado y que nunca hubo intención de infringir las normas. “Tomé un aminoácido en el club sin saber que estaba contaminado. Desde el principio colaboré con las autoridades y entregué toda la información que me solicitaron”, dijo mientras su voz reflejaba la carga emocional del momento.
El futbolista reconoció que el impacto no fue solo deportivo. “Estaba en un gran momento profesional y de pronto todo se detuvo. Me perdí partidos importantes y fue difícil enfrentar esa pausa, pero entendí que debía mantener la calma y seguir adelante”, afirmó.
Vaca también destacó la importancia del respaldo recibido por su familia, compañeros y seguidores. “El apoyo de quienes creyeron en mí fue fundamental para sobrellevar la ansiedad y los días más complicados”, expresó, agradecido por cada muestra de afecto y confianza.
Con la mirada puesta en el futuro, el mediocampista espera reincorporarse a los entrenamientos el 12 de noviembre de 2025 y regresar a las competencias el 12 de enero de 2026. Su objetivo es recuperar su ritmo, contribuir al equipo y demostrar que los desafíos, por duros que sean, pueden superarse con esfuerzo y apoyo.
