La implementación de plantas industriales de biodiésel en Bolivia tendrá un impacto económico y socioambiental. Este proyecto permitirá reducir la importación de diésel hasta en un 65%, lo que se traducirá en una disminución considerable de las erogaciones estatales destinadas a la subvención de combustibles, afirmó el Ministerio de Hidrocarburos y Energías (MHE).

“Desde el enfoque de la política energética, esta iniciativa representa un paso fundamental hacia la sostenibilidad ambiental y la diversificación de las fuentes de energía en el país”, señala un reporte de esa cartera de Estado.

La producción de biodiésel, liderada por Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), no solo contribuirá a la reducción progresiva de las importaciones de diésel, sino que también generará beneficios económicos, sociales y ambientales.

Al fomentar la producción local de biodiésel, se reduce la dependencia de las importaciones y se alivian los subsidios estatales al diésel convencional. Este proyecto, sin embargo, no se limita únicamente a la producción de biodiésel, también impulsará el desarrollo de la agricultura local, incentivando la producción de diversas oleaginosas.

La obtención de aceite vegetal a partir de estas materias primas fortalecerá la cadena de suministro de la planta de biodiésel y abrirá nuevas oportunidades económicas en el sector agroindustrial.

La diversificación de cultivos oleaginosos no solo ampliará las opciones para los agricultores locales, sino que también les permitirá diversificar sus actividades y obtener ingresos adicionales.

“Este enfoque integral contribuirá al crecimiento económico, fomentará la creación de empleo y fortalecerá las actividades de las comunidades agrícolas, generando un impacto positivo y duradero en la economía rural del país”, indica el reporte.

La integración de biodiésel en la composición del diésel automotriz disminuirá el contenido de azufre en el diésel convencional. Este cambio tiene un impacto positivo en la reducción de las emisiones de dióxido de azufre y partículas finas, representando un paso crucial hacia la mejora de la calidad del aire.

“También tendrá un efecto en la prolongación de la vida útil de los motores, que representa un beneficio adicional de esta transición”, afirmó el MHE.

Vía ABI