El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, defendió la creación de una inteligencia artificial (IA) del Sur Global para competir con los países ricos.
La OIT (Organización Internacional del Trabajo) tiene la obligación de trabajar junto con la ONU y los países para que construyamos un proyecto de inteligencia artificial que sea del Sur Global”, dijo el mandatario en un discurso ante la OIT en Ginebra (Suiza).
Lula explicó que la idea es “competir con los países más ricos, que al crear la inteligencia artificial intentan manipular al resto de la humanidad”.
Astucia empresas
El mandatario izquierdista aseguró que es necesario actuar para que los beneficios de esa tecnología, llamada a cambiar radicalmente el mercado de trabajo, lleguen a todos y no “solo a los mismos países que siempre se llevan la mejor parte”.
“La inteligencia artificial no es más que la astucia de algunas empresas que acumulan todos los datos de todos los seres humanos (…) sin pagar un solo centavo a la gente”, afirmó Lula, quien consideró “una tarea revolucionaria intentar cambiar esta situación”.
El presidente brasileño también insistió en que los superricos deberían pagar más impuestos para combatir la desigualdad.
Además, aseveró que los países en desarrollo deberían tener un mayor peso en organismos internacionales, como la propia OIT.
“Necesitamos una gobernanza internacional e intergubernamental de la inteligencia artificial, en la que tengan cabida todos los Estados”, dijo Lula en su intervención en la cumbre del G7, según un comunicado difundido por la Presidencia brasileña.
“Nos interesa una IA (…) que también tenga el rostro del Sur Global, que fortalezca la diversidad cultural y lingüística y que desarrolle la economía digital de nuestros países”, recalcó el presidente brasileño.
La IA, según Lula, debe ser “segura, transparente y emancipadora”, debe respetar los derechos humanos, proteger los datos personales y mejorar la capacidad de los Estados para adoptar políticas públicas a favor del medioambiente y contribuir a la transición energética.
Vía AEP