Un aspecto alarmante es el alto riesgo en 331 municipios por posibles crecidas de ríos, lo que podría generar más desbordamientos y daños adicionales.

Las intensas lluvias que azotan Bolivia generaron una crisis sin precedentes, con un incremento significativo de daños en comparación con el año anterior.
Según informó el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, hasta la fecha, 37 municipios han sido declarados en desastre, siendo el departamento de La Paz el más afectado con 26 de estos municipios.
Además, ocho municipios se encuentran en emergencia, de los cuales cuatro están en La Paz. En total, 102 municipios han sufrido los efectos de las lluvias en todo el país, de los cuales 41 pertenecen a La Paz.
Las cifras oficiales reflejan la magnitud de la crisis: 1.754 comunidades están afectadas, con 118.865 familias damnificadas y 44.328 familias perjudicadas directamente, sumando un total de 163.193 familias afectadas.
A pesar de la coordinación con las autoridades departamentales, la situación sigue siendo preocupante, ya que se prevé que las lluvias continúen y agraven los daños en distintas regiones, como Tarija, Cochabamba, Santa Cruz, La Paz y Chuquisaca.
Riesgo de crecidas y desbordes
Un aspecto alarmante es el alto riesgo en 331 municipios por posibles crecidas de ríos, lo que podría generar más desbordamientos y daños adicionales.
El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) ha advertido que las precipitaciones persistirán en varias zonas del país, con especial intensidad en algunas áreas.
En Cochabamba, el municipio de Quillacollo enfrenta graves inundaciones, con barrios enteros bajo el agua. Para atender la emergencia, 120 efectivos militares han sido desplegados con apoyo del Viceministerio de Defensa Civil.
Asimismo, en Sicaya, el desborde de los ríos Arque y Sopo ha afectado cultivos y caminos, aunque hasta el momento no se reportan pérdidas humanas ni daños estructurales en viviendas.
En Potosí, el río Mayu se desbordó en el municipio de Colcha K, afectando viviendas y obligando a las autoridades locales a trabajar con maquinaria pesada para mitigar los daños.
En Tarija, el desborde del río Pilcomayo en Villa Montes interrumpió temporalmente la carretera que conecta con Paraguay y Argentina, afectando el tránsito y provocando pérdidas en la producción agrícola.
Impacto en otras regiones
El departamento de Beni también enfrenta dificultades, con desbordes de ríos en el municipio de Reyes y otras localidades.
En Chuquisaca, las crecidas han causado daños en Monteagudo y Huacareta.
En particular, el colapso del puente San Miguel de la Pampa, debido a la crecida del río Sauces, ha dejado incomunicada temporalmente la zona, aunque sin reportes de daños en viviendas o pérdidas agrícolas significativas.
Además de las lluvias, el Senamhi emitió una alerta por el descenso de temperaturas, con pronósticos de hasta 4 °C en la región del Chaco, lo que podría agravar la situación para las comunidades afectadas y la pérdida de ganado.
El presidente de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), Marcel Claure, informó que las lluvias continuarán hasta mayo, lo que obliga a las autoridades a mantener operativos de emergencia y monitoreo constante en las zonas de mayor riesgo.