Un vistazo a las diversas interpretaciones y posibles orígenes de una palabra en constante evolución.
En muchos países latinoamericanos, la palabra “gringo” se utiliza como sinónimo de estadounidense, según la tercera acepción del término en el diccionario de la Real Academia Española (RAE). Este adjetivo, también empleado como sustantivo y ocasionalmente con connotaciones despectivas, encuentra su uso extendido en toda América Latina.
Estos son los mejores días para cortarse el cabello en junio, según el calendario lunar.
El término “gringo” abarca diferentes significados y matices en su uso cotidiano. Por un lado, puede referirse de manera amplia y neutra a ciudadanos de los Estados Unidos.
También se utiliza para describir a hispanohablantes con escaso dominio del idioma español o para aquellos que parecen desconectados de sus raíces latinas, así como para individuos que muestran ignorancia respecto a la cultura o historia de América Latina.
Además, “gringo” se emplea coloquialmente para referirse a cualquier extranjero, especialmente a aquellos cuya lengua materna no es el español. La etimología de esta palabra ha sido motivo de debate.
Según el lingüista mexicano Luis Fernando Lara, “gringo” evolucionó de la palabra “griego”, utilizada para describir una lengua desconocida. Así, al no entender lo que se decía, se expresaba que “hablaban en griego”.
Aunque la RAE no lo mencione, “gringo” también se usa en países como México, con un significado ligeramente distinto. En algunas regiones de Bolivia, Honduras, Nicaragua y Perú, se utiliza para describir a personas de cabello rubio y piel blanca.
Diversas teorías intentan explicar el origen de “gringo”. Algunos sostienen que surgió durante la guerra entre Estados Unidos y México, cuando los mexicanos gritaban “green go home” (verdes, marchaos a casa) en referencia al color del uniforme de los soldados estadounidenses.
El etimólogo William Sayers propone que proviene de “peregrinos”, mientras que el diccionario castellano de Esteban Terreros y Pando de 1786 lo data en España en 1700, utilizado para referirse a personas con limitado dominio del idioma español.
Vía Ecuavisa