Un doble ataque aéreo israelí contra el hospital Al-Naser en Gaza provocó la muerte de catorce personas, incluidos cuatro periodistas, y dejó escenas de horror entre pacientes y rescatistas.

La ciudad de Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza, vivió este lunes uno de los episodios más oscuros desde el inicio de la ofensiva militar israelí. Un ataque aéreo alcanzó directamente el hospital Al-Naser, causando la muerte de al menos 14 palestinos, entre ellos pacientes, médicos y periodistas que se encontraban trabajando en la cobertura de la emergencia.

De acuerdo con fuentes médicas, el bombardeo destrozó el cuarto piso del hospital, provocando un colapso parcial de la estructura. Apenas unos minutos después, cuando los equipos de defensa civil acudieron al lugar para socorrer a los heridos y retirar los cuerpos, un segundo ataque aéreo volvió a golpear el mismo punto, agravando el saldo de víctimas.

Entre los fallecidos confirmados están los comunicadores Hossam al-Masri, Mohammad Ashraf Salama —fotógrafo de Al Jazeera—, Moaz Abu Taha y Mariam Abu Daqa, quienes documentaban el desastre cuando fueron alcanzados por las explosiones. Su pérdida eleva a 244 el número de periodistas muertos desde el inicio del conflicto, según la Oficina de Medios de Gaza.

Testigos presenciales narraron escenas desgarradoras. Un médico, con la bata manchada de sangre, relató que “los pacientes gritaban, muchos de ellos niños, y no teníamos dónde protegernos”. Una madre, que había llevado a su hijo al hospital para recibir tratamiento, describió cómo minutos después encontró su cuerpo entre los escombros.

La defensa civil denunció que las fuerzas israelíes lanzaron drones suicidas de manera intencional contra el hospital y contra quienes intentaban rescatar a los sobrevivientes. “Esto no fue un error, fue un ataque deliberado contra civiles y periodistas”, aseguró un rescatista que perdió a dos compañeros en la segunda explosión.

La comunidad internacional ha recibido con indignación la noticia, aunque las condenas no han pasado de comunicados oficiales. Las autoridades palestinas responsabilizaron no solo a Israel, sino también a gobiernos como los de Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y Francia, a los que acusan de ser cómplices por su apoyo político y militar a la ofensiva.

El ataque contra el hospital Al-Naser se produce pocos días después de que otros seis periodistas murieran bajo fuego israelí, entre ellos el reconocido reportero Anas al-Sharif, galardonado con el Premio Pulitzer 2024 por su cobertura en Gaza.

Con cada nuevo bombardeo, los habitantes de la Franja pierden la esperanza de encontrar un refugio seguro. Los hospitales, tradicionalmente considerados santuarios en medio de la guerra, se han convertido en blanco de ataques, dejando a la población civil en un estado de vulnerabilidad absoluta.