La lucha contra el flagelo del narcotráfico debería ser encarada de manera regional, de lo contrario se podría “perder la batalla”, advirtió el presidente Luis Arce, este jueves, durante su intervención en el Encuentro de Jefes de Estado de los países miembros del Mercado Común del Sur (Mercosur), en Río de Janeiro, Brasil.

“Hay un problema que nos está agobiando siempre a la región, que es el tema del narcotráfico, que hoy por hoy a complicado inclusive figuras políticas en varios países nuestros, ya claramente ha evidenciado eso que, la lucha individual contra este flagelo ya no es solamente de un país”, afirmó el jefe del Estado boliviano.
El mandatario manifestó su preocupación de que el narcotráfico esté en muchos países y sostuvo que la lucha contra el tráfico de drogas y la crisis climática deben ser “de carácter de tipo de regional”.

“Podemos perder la batalla, es algo que realmente a nosotros nos preocupa”, añadió.

Asimismo, explicó que este flagelo causó que muchos países sean estigmatizados por años, lo que, derivó inclusive en perjuicios financieros.

“Hemos sido estigmatizados por muchos años nuestros países. No solamente estoy hablando de Colombia, de México, en su momento de Bolivia, (sino) de otros países. Tiene complicaciones económicas porque poco a poco, en el momento en que todas esas mafias internacionales empiezan a tener injerencias en el plano político y económico de nuestros países, esto puede redundar en serios problemas como lo hemos visto en otros países”, advirtió.

El Encuentro de Jefes de Estado de los países miembros del Mercosur, es una actividad que se lleva adelante en el marco de la cumbre del bloque, cuya plenaria se desarrollará en el transcurso de esta tarde.

En el encuentro, de Bolivia también están presentes, los ministros de Relaciones Exteriores, Celinda Sosa; y de Economía, Marcelo Montenegro, entre otras autoridades, de acuerdo con los datos oficiales.

A fines de noviembre, el pleno del Senado de Brasil aprobó el Protocolo de Adhesión de Bolivia al Mercosur y lo remitido al Gobierno de Luiz Inácio Lula Da Silva para su promulgación. De esta forma se completó el proceso de incorporación plena, toda vez que Argentina, Paraguay y Uruguay ya habían dado su visto bueno.