Mientras unos 120 jefes de Estado, reyes y altos funcionarios llegarán este sábado al funeral del Papa Francisco, un grupo de 40 personas transgénero, migrantes, personas sin hogar y presos tendrán un lugar especial en las escalinatas de la Basílica de Santa María la Mayor, donde el pontífice será enterrado.

Con rosas blancas en mano, serán los últimos en despedirlo antes de su sepultura, cumpliendo así su última voluntad de que los más olvidados fueran parte de su legado.
«Los pobres ocupan un lugar privilegiado en el corazón de Dios»
La Santa Sede confirmó en un comunicado que esta decisión reflejaba el compromiso del Papa Francisco con los marginados, un sello distintivo de su papado.
«Así como los pobres ocuparon un lugar central en su magisterio, ahora estarán presentes en su despedida final», señaló el Vaticano.
Monseñor Benoni Ambarus, obispo auxiliar de Roma y encargado de organizar este homenaje, describió la medida como «una decisión conmovedora».
«Con la rosa blanca, le dirán: ‘Gracias por lo que hiciste por nosotros’. Son como hijos despidiendo a su padre», dijo emocionado a Vatican News.
Un pontificado revolucionario
Francisco, el primer Papa progresista de la Iglesia moderna, desafió convenciones al:
✔ Abogar por los migrantes y refugiados
✔ Defender a la comunidad LGTBQ+ (incluyendo su histórica frase «¿Quién soy yo para juzgar?»)
✔ Condenar la desigualdad económica y el consumismo
✔ Promover la justicia climática como imperativo moral
Su austeridad se mantuvo hasta el final: en su testamento pidió una tumba sencilla, con solo su nombre en latín (Franciscus), sin lujos ni monumentos.
Un funeral sin precedentes
El ritual fúnebre seguirá la tradición vaticana, pero con gestos inéditos:
• Líderes mundiales asistirán a la misa en la Plaza San Pedro.
• Los excluidos tendrán un momento íntimo frente a su tumba.
• Ningún gasto suntuoso, como él mismo ordenó.
Mientras el mundo despide al Papa de los Pobres, su legado de inclusión y humildad queda más vivo que nunca.
«Una Iglesia para todos» no fue solo un lema, sino el corazón de su revolución.