La Planta de Amoniaco y Urea “Marcelo Quiroga Santa Cruz”, ubicada en Bulo Bulo, Cochabamba, ha alcanzado un récord histórico de producción al registrar 472.602 toneladas métricas (TM) de urea granulada entre enero y noviembre de 2024.

Este volumen representa un incremento del 59,4% en comparación con las 296.402 TM producidas en el mismo período de 2023, según informó Armin Dorgathen Tapia, presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).

Proyección Récord para el Cierre de 2024

Durante el acto conmemorativo por los 88 años de fundación de YPFB y el Día del Trabajador Petrolero, Dorgathen Tapia destacó que se proyecta cerrar el año con una producción acumulada de 530.000 TM de urea, estableciendo un nuevo hito desde la inauguración del complejo petroquímico.

“La producción no solo contribuye a la seguridad alimentaria en el país, sino que también genera ingresos económicos a través de la venta del fertilizante en el mercado interno y divisas por la exportación del excedente a mercados vecinos”, afirmó el ejecutivo.

Recuperación y Estabilidad Operativa

El logro es resultado de la implementación de una estrategia de inspección, evaluación y mantenimiento que permitió reactivar la planta en septiembre de 2021, luego de una paralización entre 2020 y 2021.

Desde entonces, el complejo ha mantenido una producción estable gracias a la rehabilitación de sus activos operativos.

Además, YPFB ha planificado actividades de operación y mantenimiento entre 2025 y 2026 para garantizar la continuidad operativa de la planta y mejorar los rendimientos de producción actuales e históricos.

Sustitución de Importaciones y Mercado Interno

Con la planta funcionando a plena capacidad, Bolivia ha eliminado casi por completo la necesidad de importar urea, abasteciendo el 99,99% del mercado interno con producción nacional. Santa Cruz lidera el consumo de este fertilizante, seguido de Cochabamba, La Paz y Tarija.

Un Pilar en el Desarrollo Agroindustrial

El complejo petroquímico “Marcelo Quiroga Santa Cruz” se posiciona como uno de los más avanzados tecnológicamente en Latinoamérica.

Su capacidad no solo refuerza la autosuficiencia en fertilizantes, sino que también impulsa la agroindustria boliviana, consolidando a YPFB como un actor clave en el desarrollo económico y productivo del país.

Este récord de producción y la planificación estratégica para los próximos años marcan un nuevo capítulo en la historia de la estatal petrolera, reafirmando su compromiso con el desarrollo sostenible y la generación de valor para Bolivia.