La Selección boliviana rifó dos valiosas unidades en el empate 2 a 2 contra Paraguay, y la ilusión de ir a la próxima cita mundialista depende de un milagro. El partido de la fecha 12 de las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial 2026 se disputó ayer en el estadio Municipal de El Alto.
Aunque las matemáticas todavía alientan esperanzas de clasificar, con el fútbol que mostró la Verde en el compromiso de ayer, especialmente en el segundo tiempo, no están dadas las condiciones para pelear por el objetivo, porque no mostró lo que hizo en el estadio alteño en anteriores fechas ante Venezuela y Colombia, los jugadores actuaron sin alma, garra ni sentimiento por luchar por la camiseta que defienden y representan.
Además, al final de la parte inicial desperdiciaron dos goles cantados que hubieran cambiado la historia del duelo. Roberto Carlos Fernández y Camelo Algarañaz buscaron hacer la de lujo, cuando en el fútbol el gol define los partidos.
La Selección dominó el primer tiempo, presionó arriba, dominó de balón y generó oportunidades de gol, ante un adversario que se refugió en su zona defensiva y apeló al contragolpe para inquietar el arco de Guillermo Viscarra, quien mostró seguridad y solvencia, aunque en otras acciones dudó.
En los primeros minutos, el equipo nacional tuvo la tenencia del balón, pero le faltó claridad para hilvanar jugadas con posibilidades de gol. Incluso, a ratos tuvo imprecisión y pecó en los pases exagerados del balón. En cambio, fue el seleccionado guaraní el que estuvo a punto de inaugurar el tanteador al minuto 13, cuando Álex Arce dominó el balón dentro el área de Bolivia, eliminó a Luis Haquin y cuando estuvo cerca de hacer lo mismo con Marcelo Suárez, él desde el piso le sacó la pelota y salvó la caída.
Reaccionó la Verde y al minuto 15 un gran pase filtrado de Ramiro Vaca para Ervin Vaca le permitió convertir el tanto inaugural con una buena definición de zurda.
Paraguay salió de la defensa y se volcó al ataque, con rápidas transiciones comenzó a llegar sobre la portería contraria. Al minuto 33, Diego Gómez probó un disparo de media distancia que Viscarra despejó con dificultad. Un minuto después, Matías Galarza se perdió un gol cantado porque cabeceó sin dirección, solo y sin marca ante un centro desde la derecha enviado por Juan Cáceres.
Al minuto 45 y 46, Bolivia tuvo la ocasión de ampliar la ventaja, pero Fernández y Algarañaz no estuvieron finos en la definición. El primero por tratar de colocar el balón con elegancia, al igual que el segundo, que intentó hacer un sombrerito, cuando lo más aconsejable y correcto es disparar con fuerza.
En el complemento, la Verde se apagó y el juego intenso del primer tiempo cambió por el lento, impreciso y sin intensidad, lo que favoreció al visitante que en los últimos minutos tuvo la posesión de la pelota y generó situaciones de gol.
Desde el ingreso de Julio Enciso (64’), el seleccionado paraguayo creció y llegó con peligro sobre el arco de la Selección nacional, gracias a la buena gestión del jugador que le dio otra tónica y más dinámica. A los 70’, Miguel Almirón anotó el tanto de la igualdad al aprovechar una desatención defensiva.
En una de las pocas llegadas, la Selección se adelantó en el marcador, de tiro penal. Gustavo Gómez le cometió falta a Lucas Chávez dentro del área y el árbitro uruguayo Andrés Matonte sancionó la pena máxima. Miguel Terceros cobró la falta y anotó el 2 a 1.
En vez de ir por más, la Verde bajó el ritmo y flaqueó en lo físico y futbolístico, lo que el rival aprovechó y al minuto 90 Enciso, en una gran jugada individual, se abrió espacio y con derechazo marcó el 2 a 2, ante una floja y tardía reacción del golero Viscarra.
El seleccionado paraguayo pudo llevarse los tres puntos, porque a los 98 minutos Ramón Sosa remató un balón con destino de gol que ‘Billy’ Viscarra despejó y salvó la caída de su arco. Bolivia espera un milagro para ir a la Copa del Mundo 2026.
Vía AEP